Ah, ¡hola! Perdonad por no haberme presentado, supongo que los nervios me han jugado una mala pasada. Me llamo Lucía y acabo de cumplir veintidós años; una edad muy graciosa para hacer esto, ya os contaré; ¿Qué que es esto? pues que va a ser chicos, esto es Onda Nocturna y estáis escuchando mi nuevo programa: “Alumbremos las estrellas”. Acabáis de escucharme leer el primer capítulo de mi libro, bueno creo que esa palabra suena muy grande, mejor dejémoslo en pensamientos escritos en papeles o en un documento de Word. Os quiero contar que cada día me he propuesto contaros un pequeño trocito de estos pensamientos, y supongo que muchos os preguntaréis ¿porqué? pues veréis hacía años que no recordaba donde andaban estos apuntes del “libro” y justo hace una semana, 18 de mayo, cumplí 22 años y ¿adivináis que encontré?, sí, mis recuerdos, todos esos folios con tachones, cd´s con páginas y más páginas escritas y repasadas palabra por palabra y he de decir que si restáis 22 a los 16 años que tenía entonces os saldrá, si es que no sois muy malos en matemáticas, el número 6; coincidencias, chicos, bueno ¿podría llamaros luciérnagas? suena más nocturno y personal, luciérnagas, ¿conocéis esa sensación cuando os cae una gota de agua, veis una estrella fugaz, cuando dudáis de algo y notáis que ese algo lo que sea incluso una hoja que cae de un árbol es una señal? Pues eso me pasó a mi, sentí que era una señal, y cómo escucháis aquí estoy y quiero compartir cada detalle de esas palabras de adolescentes con vosotros, afortunados nocturnos, que encontráis en la noche el momento más especial del día, la oscuridad que os inspira; Os pido que me alumbréis en cada caída, en cada tono de mi voz que suene quebrado, en cada recuerdo, porque necesito que me saquéis esta espinita de adolescente que llevaba 6 años sin destapar y quizás así consigamos cada noche alumbrarnos mutuamente. Que descanséis luciérnagas, os espero mañana a la misma hora.
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